Salimos del refugio retrocediendo unos 50 m. para coger el sendero que sube por detrás del muro que rodea el refugio, suavemente vamos remontando las lomas, al llegar a un pequeño collado dos vacas se nos quedan mirando, desafiándonos a ver quien se aparta primero naturalmente nosotros, no hace falta que insistan mucho. Retomamos el sendero que se interna en un bosque y nos baja hasta el río, lo cruzamos por un puente y subimos hasta la carretera.
No sabemos en qué punto se nos ha despistado la senda que sube hasta el valle d’Ossoue, por no volver a buscarla y perder tiempo decidimos subir por el camino asfaltado, 5 Km., donde termina el asfalto hay un pequeño puente que cruza el rio y que da inicio al sendero que se nos despisto. En este punto el barranco se abre y da comienzo el valle d’Ossoue, otros 3 Km. de pista, el camino se hace largo pues hay que llegar hasta el fondo del valle, la pequeña presa (Barrage d`Ossoue) regula las aguas que descienden de los glaciares, cruzamos el río por una pasarela y empezamos a ascender por la senda.
El sendero asciende rápidamente recorriendo las laderas del Tapou y Petit Vignamale, vemos la bonita cascada del Tapou y varios neveros, un trozo de senda excavada en la roca permite el paso cuando se estrecha el barranco. Paramos a comer y aprovechamos para refrescar los pies y ver que se puede hacer con las ampollas que han hecho acto de presencia. Llegamos a las cuevas de Bellevue, más conocidas como del conde Russel.
Este señor fue un enamorado de esta zona, en concreto del macizo del Vignamale, haya por el año 1888 lo arrendo por 99 años y mando excavar siete cuevas para su estancia mientras exploraba el terreno, están diseminadas por los alrededores del glaciar. En invierno y bien entrado el verano todavía están enterradas por la nieve. Un poco más adelante cogemos el sendero de la derecha que nos sube hasta el refugio de Bayssellance (2651) este refugio abrió sus puertas en el año 1900.
Desde aquí, vemos a la gente que sube o baja del Petit Vignamale (3032), el sendero parte de la Hourquette (collado) d’Ossoue (2734) lugar al que nos dirigimos, al otro lado del collado la impresionante cara norte del Vignamale surcada por la grieta que lo separa del Pitón Carre y conocida con el popular y famoso nombre de Couloir de Gaube nos deja asombrados por el impacto visual de la misma, también ayuda que en el mismo instante se produjera la rotura de un pequeño seracs, con el consiguiente ruido y deslizamiento del mismo.
Menos mal que las cámaras de hoy en día no tienen carrete, porque con la cantidad de fotos que echamos nos hubiéramos arruinado. Bajando hacia el refugio vemos en toda su extensión el valle de Gaube y su lago casi al final del mismo, ni que decir que es uno de los más visitados del pirineo. Al otro lado del valle, justo enfrente de nosotros, vemos una significativa senda que contrastamos en el mapa, no hay duda, es nuestra primera parte de la “faena” de mañana, la subida al collado de los Mulos.
Llegamos al refugio, nos aposentamos y nos vamos a refrescar los pies al rio, después de cenar y aprovechando la luz que queda, unas cuantas fotos más y el Vignamale se nos viste de gala, las nubes hacen acto de presencia y lo envuelven entre ellas, con razón es el pico más fotografiado de los pirineos.
Hora de salida: 7 de la mañana
Hora de llegada: 4’14 de la tarde
Horas de paro: 2’44
Km. recorridos: 23’600
Desnivel + 1416
Desnivel – 718
Fecha: 15/08/2016
Imágenes de la actividad:
